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Nos encontramos en un momento histórico en el que lo digital impregna todos los aspectos de nuestra existencia, mediatizando nuestras relaciones laborales, nuestras relaciones sociales y, en general, gran parte de nuestras actividades cotidianas. Por esta razón, hoy más que nunca, es crucial reafirmar la importancia de la protección de los datos personales, trabajando para difundir la concienciación sobre el tema y reconstruir una verdadera cultura de la privacidad.

De esto y más se habló el jueves 27 de febrero en el webinar organizado por la Fundación para la Sostenibilidad Digital para la presentación de su investigación«Privacidad y Seguridad«, cuyos principales resultados ya se han contado aquí en Tech Economy 2030.

Los resultados de la investigación muestran cierta confusión sobre el tema por parte de los encuestados, especialmente en la relación entre la experiencia del usuario y la protección de la privacidad al utilizar determinados servicios. «El Informe pone de manifiesto la complejidad de un tema en plena evolución. Por un lado, surge la creencia generalizada de que los avances tecnológicos pueden redefinir los límites tradicionales de la privacidad; por otro, crece la percepción de que las plataformas sociales tienen demasiado poder, tanto en el tratamiento de datos personales como en la configuración del debate público», comentó Giovanni Battista Gallus, miembro del Comité Científico de la Fundación, en su discurso inaugural. «Sin embargo, las respuestas relativas a la personalización de los servicios y la eficiencia de las plataformas revelan una tendencia a infravalorar la protección de datos cuando choca con el objetivo de lograr una experiencia de usuario superior. Esto pone de manifiesto la necesidad de encontrar un nuevo equilibrio entre las necesidades del mercado y la protección de los derechos fundamentales. Un equilibrio que requiere no solo un marco normativo estricto, sino también una mayor conciencia individual y colectiva de la importancia de la privacidad como derecho fundamental y pilar de una auténtica sostenibilidad digital«.

Una confusión que, en la segunda keynote del día, Giuliano Castigliego, miembro del Comité Científico de la Fundación, interpretó desde una interesante perspectiva psicológica.«Lo que surge es una paradoja: el 66% considera la privacidad un valor prioritario, pero el 65% está dispuesto a sacrificarla por servicios útiles. Esto refleja una tensión entre la autenticidad del yo y la construcción del yo digital. La búsqueda de reconocimiento en línea empuja a muchos a transigir, alimentando la confusión entre el yo real y el falso yo digital, con el riesgo de identificarse completamente con la propia imagen en línea y perder la conciencia de la propia identidad auténtica«.

Centrarse en la formación para sensibilizar

Lo que falta, por tanto, parece ser un conocimiento adecuado de lo digital y de las dinámicas intrínsecas a su adopción. Por eso, uno de los temas en los que más insistieron los expertos de la mesa redonda fue el de la educación.«Viendo los datos de la investigación, creo que la educación sobre estos temas, sobre lo digital a 360 grados, debe ser fuertemente impulsada en toda la población», explicó Irene Sardellitti, National Technology Officer de Microsoft Italia. «Como Microsoft, desde hace tiempo vamos a las escuelas, a las empresas, para hablar de digital, de inteligencia artificial, de privacidad, y encontramos un poco de todo lo que se ha hablado hoy: inexperiencia, confusión, miedo a lo desconocido. Al igual que la educación, también es fundamental en este sentido la transparencia por parte de las empresas, es decir,« dejar claro qué pasa cuando entras en el mundo digital y cuando compartes datos«.

Como ponen de manifiesto los resultados de la investigación, la incertidumbre en las opiniones de los entrevistados también se refiere a las implicaciones del uso de las redes sociales. Unas herramientas que están cada vez más en el centro de nuestra socialidad y no sólo eso, como señala Tiziana Catarci, Directora del DIAG de la Universidad Sapienza de Roma, conllevan riesgos de los que es esencial ser consciente.«Los resultados de la encuesta muestran que una proporción significativa de usuarios no son plenamente conscientes de los riesgos para la privacidad que implica compartir su información personal en las redes sociales, y es necesaria una mayor alfabetización digital para que las personas puedan tomar decisiones informadas sobre esta cuestión. De hecho, los datos personales suelen ser recogidos, analizados y monetizados por las empresas propietarias de los medios sociales, con riesgos como la elaboración de perfiles, la publicidad dirigida y la vigilancia masiva, o incluso algo peor si los datos son mal utilizados o apropiados indebidamente por terceros con fines malintencionados. Es interesante que la encuesta destaque, al menos en parte, la responsabilidad de las plataformas para garantizar la transparencia y dar a los usuarios más control sobre sus datos«.

En algunos sectores más que en otros, sin embargo, aumenta la conciencia de los riesgos, lo que genera una mayor y más espontánea atención a la seguridad por parte de los usuarios en la adopción de servicios en línea: en la banca, por ejemplo, donde, sin embargo, destacó Giuseppe Cardillo, Responsable de Arquitectura e Innovación del Grupo BCC Iccrea, las campañas de información hacia los clientes mantienen su centralidad:«cuando se trata de sus datos bancarios, los clientes son mucho más sensibles y, por tanto, mucho menos propensos a tomar atajos. Además, en el espacio que media entre la sensibilidad del usuario y su capacidad para hacer un uso consciente de la tecnología, hay un factor importante, que es el del regulador: aparte de la normativa europea, los bancos y los grupos bancarios como el nuestro están sometidos a escala europea a toda una serie de controles y reglamentos estrictos, en materia de seguridad y vigilancia de los riesgos asociados al uso de determinados servicios. Además, para un banco, el aspecto reputacional también es fundamental: por esta razón, la campaña de información dirigida a los clientes también es de gran importancia, con el objetivo de empujarles a tener un nivel de concienciación satisfactorio e informarles continuamente sobre los riesgos relacionados con el uso de la tecnología«.

Privacidad y seguridad: una situación en la que todos ganan

Pero si los usuarios deben ser muy conscientes de los riesgos que corre su intimidad en el entorno en línea, la seguridad y la protección de datos conciernen también, evidentemente, a las empresas y organizaciones que deben comprometerse a garantizarla. Y que, en este sentido, como señala Domenico Squillace, Presidente de UNINFO, pueden contar con importantes herramientas:«Entre los ámbitos de competencia de UNINFO figuran la seguridad de la información y la protección de datos, que son dos temas íntimamente ligados. Estamos en una era en la que la digitalización impregna todos los aspectos de nuestra sociedad, por lo que necesitamos una ‘brújula’ que nos oriente en este paisaje en constante cambio, una brújula que desempeñe un papel estratégico a la hora de garantizar la seguridad de la información y la protección efectiva de los datos. Esta brújula es la normalización técnica: una herramienta que permite, siguiendo las normas, no solo tener una ventaja competitiva en los mercados, sino también disponer de pruebas tangibles de calidad y fiabilidad, que son los elementos cada vez más cruciales en la economía digital«.

En otras palabras, garantizar la privacidad y la seguridad de los usuarios también puede generar un importante retorno económico, y es también esto, como se destacó en la mesa redonda, lo que está impulsando a muchas organizaciones a prestar más atención a estos aspectos.«La investigación pone de relieve cómo la privacidad representa un reto crucial para la sostenibilidad digital. Aunque surgen diferencias significativas entre los grandes contextos urbanos y las pequeñas ciudades, está claro que una parte significativa de la población considera fundamental que las plataformas digitales garanticen el máximo respeto por la privacidad y la protección de los datos personales», explicó Massimo Crubellati, Country Manager de CAST Software. «En los grandes centros urbanos, en particular, el respeto de los principios de privacidad se considera a menudo prioritario frente a la creación de servicios más personalizados y atractivos. Esta creciente atención a la privacidad digital está impulsando a las empresas digitales, tanto plataformas B2C como proveedores de servicios, a reforzar sus niveles de seguridad digital. Ya no se trata solo de cumplir la normativa, sino de responder a una demanda del mercado cada vez más atenta.

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